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En nuestra salida a la Huerta de Cañamares hemos tenido la suerte de vivir una experiencia alucinante, la de contemplar en libertad a los buitres en la sierra de Cazorla. Han sido unos días maravillosos de convivencia y hermandad entre los compañeros y compañeras del Centro de Día Ocupacional de Úbeda.

Un año más hemos preparado el equipaje y nos hemos ido a la sierra de Cazorla para pasar unos días de ocio y convivencia entre los compañeros y compañeras del Centro de Día Ocupacional de Úbeda. Y nos hemos vuelto a quedar, también, en la Huerta del Cañamares, un alojamiento rural en el que nos sentimos como en nuestra propia casa. Es un sitio fantástico, situado en plena naturaleza, junto a un río y rodeado de chopos y praderas. Pero esta escapada ha sido muy especial, porque hemos podido contemplar en directo a los buitres en la sierra de Cazorla.

Para poder verlos, nos desplazamos hasta todo lo alto del Puerto de las Palomas, a través del Centro de Visitantes Torre del Vinagre, donde hay un comedero para aves carroñeras. Porque los buitres hacen sus nidos en las paredes rocosas de la sierra, a mucha altura. Y allí, en silencio, con catalejos y prismáticos, apuntamos hacia el cielo, donde había una enorme colonia de buitres planeando en el aire. Nuestros guías, Laura y Joaquín, nos contaron algunas cosas que nos dejaron boquiabiertos.

Los buitres son una aves inmensas, pueden llega a pesar hasta diez kilos y, con las alas extendidas, pueden medir más de dos metros. Aprovechan las corrientes de aire caliente para volar en círculos, y lo hacen muy alto, pudiendo recorrer cientos de kilómetros. Los buitres son aves carroñeras, es decir, que se comen los cadáveres de otros animales. Nuestra guía, Laura, nos contó cómo lo hacen y qué animales intervienen en el banquete. Es un poco truculento. Pero, en realidad, lo que consiguen con ello, además de alimentarse, es mantener el monte limpio.

El banquete de los buitres

Los primeros que se acercan hasta el animal muerto son los cuervos que, como son aves pequeñas y tienen poca fuerza, se comen las partes más blandas… los ojos, la lengua… Al festín llega enseguida el alimoche, al que Félix Rodríguez de la Fuente llamó «el buitre sabio». Porque es capaz de utilizar herramientas, una piedra, por ejemplo, para romper un huevo u otra cosa que quiera comerse.

Ante la presencia de estas últimas aves, no tardan en llegar el resto de los buitres. El buitre negro es el más grande de todos y tiene un pico fortísimo, capaz de desgarrar lo que se le ponga por delante. Así que, es el que comienza el verdadero banquete. Y luego entran en acción los buitres leonados, con un pico también muy fuerte, en forma de gancho. Y con un cuello largo y pelado que le permite hundir la cabeza en las vísceras del cadáver para comérselas, sin que por ello se le manche el plumaje.  

Por último, cuando ya solo queda del animal muerto los huesos, aparece otro fantástico buitre, el quebrantahuesos. Con sus potentes garras coge los despojos y los tira a gran altura para romper el esqueleto, y luego… se los come. El quebrantahuesos es capaz de tragarse un hueso del tamaño de uno de nuestros brazos, nos dice la guía. Es el único animal que come huesos de todo el planeta y está en grave peligro de extinción, pero en Cazorla han logrado introducirlo de nuevo. Él se encarga de que no quede ni rastro del animal muerto. Limpieza total. Hemos hecho un vídeo para que lo vea tu mismo.

Juegos, fiestas y talleres en la Huerta del Cañamares

En nuestra estancia en la sierra de Cazorla nos esperaban más actividades, programadas dentro del alojamiento rural Huerta de Cañamares. Juegos, comidas, fiestas, bailes…, y un taller para aprender a hacer un estupendo y perfumado jabón de romero. Pero lo que no vamos a olvidar de este viaje, sin duda, es el magnífico espectáculo de los buitres en la sierra de Cazorla. Te animamos a que los veas por ti mismo, no te arrepentirás.