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Uno de los lugares que más nos gusta visitar es el Museo Arqueológico de Úbeda. Siempre nos enseñan algo interesante y, además, de una forma muy divertida. En esta ocasión nos hemos puesto en la piel de las mujeres íberas de la mano de Juan Carlos, nuestro guía, y ¡ha sido un viaje fascinante!

El tema no parecía fácil para los compañeros y compañeras del Centro de Día Ocupacional, se trata de visitar la exposición Las edades de las mujeres íberas, en el Museo Arqueológico de Úbeda. Pero Juan Carlos nos explica las cosas con bromas y ejemplos y nos hace reír mucho y comprender mejor lo que significó esta cultura, hasta el punto de meternos por completo en la piel de las mujeres íberas. Y, al final, nos ha parecido que es, incluso, un tema de actualidad.

Porque, las mujeres íberas, como las de ahora, tenían mucha más importancia de la que se les ha reconocido. Ellas estaban muy presentes en la sociedad y, sobre todo, en los santuarios, que tan importantes eran para los íberos. Porque en ellos se hacían toda clase de peticiones a la divinidad protectora. Y se hacía en forma de exvotos, de estatuillas de barro o de bronce que las representan con distintas posturas y gestos. Son frecuentes los exvotos en los que se tocan el vientre con una mano y con la otra sujetan una granada en el pecho, símbolo de abundancia.

Las dueñas del linaje familiar

Las mujeres íberas eran las que aseguraban la continuidad del linaje familiar y por eso tenían mucha importancia los ritos de fertilidad. Después del ritual del matrimonio, que duraba varios días, pedían en el santuario tener un buen embarazo y que sus hijos nacieran sanos. También pedían para tener un parto fácil, porque en aquellos tiempos eran muchas las mujeres que morían al dar a luz. Nuestro guía nos explica que las mujeres íberas vivían como mucho hasta los 30 años, mientras que los hombres podían llegar a los 40. También existía mucha mortandad infantil. Hasta el punto de que, a veces, se les enterraba juntos a la madre con su hijo.

Juan Carlos nos utiliza como actores para conseguir que nos metamos en la piel de las mujeres íberas. Nos hemos divertido mucho recreando una boda, y también un enterramiento, tumbados en el suelo y escogiendo las cosas que más nos gustan para que nos acompañen en nuestro viaje hacia el más allá. Todas esas cosas, nos dice Juan Carlos son las que encuentran los arqueólogos después, cuando pasa mucho mucho tiempo, miles de años, y con ellas pueden estudiar y saber cómo eran sus vidas. Cómo se vestían, qué comían, cómo se organizaban…

Piezas ibéricas del Museo Arqueológico

En el Museo Arqueológico de Úbeda hay varias piezas de esta cultura que son un lujo, como la cabeza de la mujer íbera. Es una escultura en piedra caliza y, aunque está algo deteriorada por el paso del tiempo, se pueden apreciar los rasgos de la mujer que representa, con unos ojos grandes y almendrados. Tiene el pelo recogido, y un tocado que sujeta con una diadema, como solían hacer las mujeres adultas. ¡Seguro que fue alguien muy importante! La colección de exvotos del Museo merece la pena, la mayoría de ellos provienen de yacimientos íberos cercanos, como el de Úbeda la Vieja, un lugar que te recomendamos visitar si te gustan estos temas tanto como a nosotros.