Un año más celebramos el 3 de diciembre el Día de las Personas con Diversidad Funcional. Son muchas nuestras necesidades y reivindicaciones, pero sobre todo pedimos a la sociedad que nos preste más atención. Que nos acepte no por caridad sino como miembros de pleno derecho.
La celebración del Día de las Personas con Diversidad Funcional es una oportunidad muy importante para los compañeros y compañeras del Centro de Día Ocupacional de Úbeda. Una oportunidad para plantear nuestros problemas y necesidades, para hacernos oír y para ser más visibles en el mundo. Las personas con discapacidad somos alrededor de un 15% de la población mundial, y es por ello que le pedimos a la sociedad que nos preste más atención.
Un día de acción y de reivindicación por nuestros derechos
En Úbeda, todo esto lo hemos hecho a través del Área de Bienestar Social del Ayuntamiento, junto con Organizaciones y Centros de atención a personas con discapacidad. El programa de actividades arrancó con una gran concentración en la plaza de Andalucía, centro neurálgico de la ciudad. Allí hemos querido escenificar la unión de todos los compañeros y compañeras, y también el de todas las personas y entidades que nos ayudan en nuestro día a día. En esta plaza hemos leído de forma conjunta nuestro “manifiesto”. En él pedimos a la sociedad que nos preste más atención, porque es necesario seguir trabajando para conseguir una verdadera inclusión. Es algo que requiere del esfuerzo y la implicación de todos, de las administraciones y de la ciudadanía.
No queremos que nuestras reivindicaciones se atiendan como un acto de caridad. Más bien las exigimos por considerarlas un derecho fundamental nuestro. Tenemos derecho, por ejemplo, a disfrutar de espacios más equitativos y accesibles. A disponer de recursos tecnológicos suficientes para satisfacer nuestras necesidades básicas. A empoderarnos para asegurar nuestra inclusión completa en la sociedad… Porque solo de esta manera podremos participar en igualdad de condiciones en todos los ámbitos de la vida.
Lazos de unión y fraternidad entre toda la sociedad
Después de la concentración y la lectura del manifiesto, iniciamos una marcha hacia el espacio lúdico deportivo La Central. Un recorrido en el que estuvimos acompañados por una fantástica banda de músicos. Sus alegres melodías nos ayudaron a tomar posesión de las calles, y a hacernos más visibles en ellas. Todos unidos y ataviados con el pañuelo naranja que simboliza la energía y que es una llamada de atención ante la necesidad de eliminar barreras físicas, sociales y culturales. Un símbolo que exige la igualdad de oportunidades y con el que pedimos a la sociedad que nos preste más atención.
Estrechamos también con otras actividades los lazos de hermandad entre los compañeros y compañeras que participamos en el Día Internacional de las Personas con Diversidad Funcional. Entre ellas, un fantástico desayuno colectivo y una máster class de zumba, a modo de “bailoterapia”, impartida por Pilar Alises.